Mar o montaña, la eterna duda de en dónde ubicar la 2ª residencia
Mar o montaña, la eterna duda de en dónde ubicar la 2ª residencia
23.07.2022

En ocasiones, la decisión de comprar una segunda residencia resulta una tarea un tanto compleja, no solo por todo el trámite que conlleva, sino por elegir el lugar en que deseamos pasar nuestras vacaciones, fines de semana o cortas temporadas. 

Hay quienes tienen definido el lugar en el que desean ubicar su segunda residencia y luego los que tienen la dualidad entre el mar y la montaña. Por suerte, en Cataluña contamos con ambos entornos cada uno con una riqueza invaluable, que permite tanto a residentes cómo extranjeros disfrutar de cada uno o de los dos si así lo desean. 

 

La Cerdaña y El Empordá, las mejores zonas para vivir en Cataluña

En cuanto a longitud, Cataluña cuenta con casi la mitad del Pirineo Español, un área rica en vegetación y preferida por los amantes de la montaña. El llamado Pirineo Catalán está conformado por dos zonas y 11 comarcas, una de ellas es La Cerdaña, que se encuentra entre Lérida y Gerona y que goza de espacios protegidos como el Parque Nacional del Cadí Moixeró, elegido por muchos como el lugar ideal para hacer senderismo y excursiones. 

La Cerdaña brinda infinidad de posibilidades para disfrutar, de la naturaleza y el deporte. Pues se pueden realizar actividades como esquí, golf, hípica, pesca, escalada, montañismo o patinaje sobre hielo. 

Recordemos que allí, más exactamente en Bolvir, tiene sus instalaciones el Real Club de Golf de la Cerdaña, en donde entrenan jugadores profesionales como Álvaro Velasco Roca. Además del campo de golf, destacan las Estaciones de Esquí de La Molina, La Estación d’esquí Nordic Guils-Fontanera ideales para disfrutar de los deportes de invierno. 

Asimismo, la zona goza de un patrimonio arquitectónico y cultural, el cual hace parte de la vía Románica que pasa por el Pirineo y que comprende iglesias, ermitas, pinturas y expresiones de arte góticas y barrocas. 

Por ejemplo, la Iglesia Románica de Santa Cecilia, en Bolvir, es un edificio de finales del siglo XII, en el que se encuentra el retablo gótico original de la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, el cual data del siglo XV. 

Todo este conjunto, además de su ubicación, pues es el valle con más horas de luz de toda Europa, hacen de la Cerdaña una zona con la mejor calidad de vida de la provincia. Su proximidad con Francia, Gerona y Barcelona, hacen de este un lugar único y exclusivo para quienes desean fijar segunda residencia en la montaña.   

Por otra parte, si nos ubicamos en la zona nororiental de Cataluña, encontramos el Bajo Empordá, una de las cuatro comarcas del Empordá reconocida porque allí se ubican varios de los municipios catalogados como los más bonitos de España. 

Uno de ellos es Peratallada, declarado Conjunto Histórico-Artístico por tener el núcleo arquitectónico medieval y mejor conservado de la provincia catalana.   

Caminar por Peratallada, perderse por sus calles adoquinadas, pasar por los pequeños túneles y contemplar la belleza de sus edificaciones es todo un espectáculo. Esta localidad se encuentra a pocos minutos de calas de la Costa Brava como Sa Tuna, Aiguafreda, Sa Riera, entre otras. 

Igualmente, Peratallada dispone de un entorno natural en el que se combinan paisajes llanos y homogéneos con acantilados, calas y largas playas rodeadas de pinos, humedales e islas que sirven de refugio a una gran variedad de peces y pájaros. 

A su vez, la comarca del Bajo Empordá es el destino por excelencia de todas aquellas personas que disfrutan de los deportes acuáticos como: Esnórquel, buceo, kayak, pádel, Skysurf o también para quienes desean pasar sus vacaciones junto al mar, solamente descansado. 

Peratallada y la Costa Brava también están muy bien comunicadas, pues disponen de accesos por la N-II y C-66 desde Gerona, la C-31 desde Palamós, la N-260 desde La Cerdaña y la AP-7 desde Barcelona.  

 

Ventajas de vivir cerca del mar

La mayoría de las personas que buscan viviendas cerca del mar, lo hacen por la tranquilidad y por los beneficios que trae para la salud. 

Según expertos, vivir cerca del mar ayuda a combatir las afecciones de la piel, ya que minerales como el cloruro, magnesio, sodio o yodo, que se encuentran en el agua salada, ayudan a disminuir inflamaciones o irritaciones. 

El mar ayuda a reducir los niveles de estrés; sentarse en frente a él, escuchar sus sonidos, así como el canto de las aves, el viento o la lluvia ayudan a sentirse mucho más relajados. 

Por último, vivir cerca del mar incrementa la vitamina D, esencial para todos los seres humanos y que se encuentra en muy pocos alimentos. Por ello, recibir el sol es tan necesario como el agua y entornos como Peratallada y el Bajo Empordá son ideales para disfrutar de estas bondades. 

Así que si estás buscando una segunda residencia y todavía no sabes si optar por el mar o ir a la montaña, esperamos que este texto anterior te ayude a tomar la mejor decisión.

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